(EUROPA PRESS)
En torno a un millón de judíos de América podrían verse beneficiados por el anteproyecto de ley por el que se modifica el Código Civil para acelerar el proceso de concesión de la nacionalidad española a los judíos sefardíes, entre ellos, el vicepresidente de la Conferencia de Presidentes de las Organizaciones Judías de Estados Unidos, Malcolm Hoenlein, cuya abuela se llamaba Esperanza y descubrió que tenía orígenes españoles.
"El nombre de mi abuela era Esperanza y aunque vivía en Alemania, sabemos que en 1500 hicieron excavaciones arqueológicas allí (...) y aunque eran asquenazis, se cree que vinieron a esta región de Alemania después de la expulsión", recuerda en una entrevista concedida a Europa Press. Igual que su familia, cientos y cientos de miles de americanos procedentes de Siria, Turquía e Irak, entre otros países, tienen también origen sefardí.
Hoenlein considera que el anteproyecto de ley aprobado por el Gobierno español para conceder la nacionalidad española a los sefardíes sin que estos pierdan su nacionalidad, es "muy importante", más que por el hecho de poder tener un pasaporte, por el mensaje que transmite a las nuevas generaciones de mirar al pasado con "honestidad" para no repetir los errores en el futuro.
Lo que España está diciendo a los judíos sefardíes con esta ley, según ha apuntado, es: "tenéis un lugar aquí, reconocemos vuestra contribución". Por ello, considera que esta norma puede ser "el fundamento para la construcción de nuevos entendimientos en el futuro".
En su caso, no sabe si podría probar que tiene un vínculo con España pero insiste en que lo importante es esa "conexión" que permitirá a los jóvenes judíos, los cuales podrán conocer de dónde vienen. En total, en EE.UU. se calcula que viven unos 6 millones de judíos y, según subraya Hoenlein, es un país que "da oportunidades a las minorías" y en el que la situación de los judíos es "más que buena".
Por otra parte, sobre las alertas del secretario de Estado norteamericano, Jonh Kerry, sobre un posible boicot económico a Israel si fracasa el intento de alcanzar un acuerdo de paz con los palestinos, Hoenlein ha aclarado que Kerry y, por tanto, el Gobierno de EE.UU. se "opone" a cualquier boicot económico porque "no está moralmente justificado".
En esta línea, ha precisado que Mahmoud Abbas ha rechazado negociar en los asuntos "clave" como el reconocimiento del Estado de Israel, poniendo así "obstáculos" al proceso de paz.
Así, aunque rechaza hacer comparaciones con los años 30 del siglo XX, considera que lo que hizo Hitler, "aislar, despreciar a los judíos" es "exactamente lo que está haciendo hoy" el movimiento que promueve el boicot económico a Israel. En todo caso, confía en que las negociaciones van a continuar y ve "oportunidades".
A su juicio, para llegar a un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos, se tienen que hacer "concesiones a ambas partes", no a una sola, y no se puede "imponer" la paz sino "ayudar a facilitarla" sin poner fechas límite artificiales, pues "no funciona".
En cualquier caso, ha afirmado que desde EE.UU. se ha ofrecido a los palestinos "el 99% de lo que querían" --por ejemplo, ha indicado que, el pasado año, Israel liberó tres veces prisioneros palestinos-- pero que "el problema es que continúan educando a las nuevas generaciones en el odio".
Sobre la próxima visita del Papa Francisco a Tierra Santa del 24 al 26 de mayo de 2014, Hoenlein cree que puede ser "significativa" y que el Pontífice, que tiene una "buena conexión" con los judíos, puede llevar "un mensaje de esperanza" y de "conciliación entre las comunidades católica y judía". Además, considera que ayudará a poner el foco no tanto en las diferencias sino en lo que se tiene "en común" que "es más de lo que divide".
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